Nací con carácter y moriré siendo Mujer Dominante
Sesionando se me eriza la piel, me transformo en lo que soy, hasta me cambia el color de ojos según mi estado de ánimo, de azul, gris o verde. BDSM me emociona, me estremece. Si además hay feeling con el sumiso o con la sumisa, no hay nada mejor, complicidad, sensualidad, ni hacen falta palabras para entendernos, solo dos personas que se encuentren en el mismo punto de la vida. BDSM es confianza y comunicación, es la base. Obviamente que lo más importante es que todo sea consensuado, es algo indiscutible.
Amo cuando me entregan la sumisión, pues es algo voluntario, algo hermoso e incomparable. Una Mujer de carácter dominante no es Dómina sin los sumisos y las personas de carácter sumiso, no son sumisos sin una Dómina… Por lo tanto, lo uno sin lo otro no existiría, nos complementamos. Los sumisos para mí son importantes y necesarios (siempre a mis pies, claro), no soy de las que odian a los hombres, si no, todo lo contrario. Al ser Dómina bisexual, también me encanta sesionar con sumisas.
Sobre las sesiones
Puedes consultar toda la información a través del formulario de contacto